En plena crisis de la industria del ocio motivada por la piratería física y en internet, se nos ocurrió una idea que podría parecer una locura pero en realidad era algo que cuadraba como anillo al dedo con Siempre Así. Nosotros nacimos de un coro rociero, con lo cual habíamos cantado muchas misas en nuestra vida, así que grabar una Misa era algo que siempre había estado en nuestros planes pero que, dada las circunstancias, de ninguna manera imaginábamos que pudiera hacerse realidad. Pero se hizo, y… ¡vaya si se hizo!… Y se hizo de la mano de uno de los productores mas importantes que ha dado nuestro país: Oscar Gómez.
Canciones que hablaban del Amor como único vehículo para que este mundo sea más justo. Y todo ello contado con la alegría más sincera y descarada. Y es que… parecía que había que pedir perdón por declararnos católicos, no estaba de moda el creer en Dios. Pero para nosotros era una necesidad contar todas estas cosas en forma de música, y sin esperarlo supuso un antes y un después ese disco que grabamos entre España, Senegal, Nicaragua e Italia y en el que la grabación del mismo daría para escribir un libro con todas las anécdotas y pequeños milagros que nos llevaron a verlo hecho realidad.
Colaboraron en este disco Carlos Mejía Godoy, Jesús Quintero, Antonio García Barbeito y Alejandro Vega… Pero lo mejor estaba por llegar… y lo mejor no era otra cosa que la respuesta del público, católico y no católico, creyente o agnóstico. La Misa de la Alegría se convirtió en un pequeño referente que comenzó a caminar acompañando el largo trayecto de la vida de muchas personas y nos ha regalado momentos inolvidables. Sobre todo, su estreno en la Catedral de Sevilla de la mano de nuestro querido y admirado Cardenal D. Carlos Amigo Vallejo, con más de 5000 personas haciendo cola a las 10 de la mañana en un día de lluvia.